Aurora derrotó a Oriente por 3-1 en un partido más fácil de lo esperado, porque el equipo visitante no estuvo a la altura de otras jornadas en Cochabamba.
Oriente tiró la toalla temprano; a partir de un penal que descaradamente se inventó el asistente Gonzalo Hirsuta y que el argentino Bongioanni transformó en gol, en el minuto 11. El arquero Galarza sintió el impacto de ese gol injusto y el equipo sufrió un bajón anímico. Le costó recuperarse de ese golpe bajo porque hasta esa jugada (supuesta falta de Galarza contra Hurtado) ninguno de los dos equipos merecía ir ganando.
Con el 1-0 a favor, de local y aprovechando las ausencias de los dos Gutiérrez (Luis y Limberg), más Eduardo Melgar y Alcides Peña, ambos lesionados, Aurora se fue agrandando futbolísticamente. Para colmo se lesionó el conductor Jhasmani Campos, a los 14 minutos, y su reemplazante, el juvenil Fernando Saucedo, no gravitó porque le faltó actitud y celeridad.
Oriente aguantó como pudo el primer tiempo, con alguna que otra aproximación de peligro hacia la portería de Dulcich, pero sin hacer daño. A los 33 minutos el paraguayo Villalba erró un gol cantado tras la habilitación de Castellón, pero antes, a los 28, Galarza quiso salir jugando y casi ‘regala’ el 2-0.
Comenzando la segunda etapa Aurora amplió rápido la cuenta, a través de un tiro libre de Julio César Hurtado, y un par de minutos más tarde llegó el 3-0, por intermedio de Villalba, ante una indecisión en la última línea de Gabriel Aguilar. El partido estaba liquidado, encima el travesaño le negó otro gol a Hurtado y luego el asistente Gerson Ramos inexplicablemente anuló un gol legítimo a Ortega (supuestamente estaba adelantado).
La reacción de Oriente llegó tarde, después del gol de Marcelo Aguirre, de tiro penal, tras un agarrón a Carlos Bejarano, que ingresó por Saucedo. Discutible el cobro del juez paceño Alaín Chávez, cuando en una jugada mucho más clara dejó pasar por alto un penal contra el debutante Itacaré, cuando el partido empezaba. Si Aurora encajaba ese gol, otro hubiera sido el final. En el global, Aurora ganó con claridad porque Oriente se entregó física y mentalmente, tras su resonante victoria en el clásico frente a Blooming (2-0).
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