Guabirá mantuvo la base, no agregó ningún jugador extraordinario con relación a los partidos precedentes, pero esta vez ganó. Y lo hizo gracias a dos aspectos clave: la actitud del plantel y porque jamás se sintió un equipo chico ya que comenzó y acabó presionando a la ‘acadé’ en su área. La figura, de lejos fue el chico Ricardo Bejarano, cuya labor fue implacable. Anuló en la primera etapa a Boyero y fue una muralla para Mojica, Vaca y Patrick. Además, desde atrás empujó al rojo que bien pudo haber marcado un tercer, o un cuarto gol.
Pero vamos por parte. Lunari apostó a una formación nueva que se basó en el empeño de Bejarano, en la experiencia de Justiniano para manejar los tiempos y en la fuerza de Coimbra para hacer trastabillar a los centrales Blanco y Schiapparelli. Esto le permitió a Dimas jugar más suelto. En esa primera etapa el local fue más incisivo pues Coimbra a los 11’, 17’ y 21’ estuvo cerca de marcar, pero la oportuna llegada de Rivero, Schiapparelli y un resbalón de por medio, impidió la apertura del marcador. ¿Blooming? No tenía armador y apeló a los pelotazos a Mojica y Boyero.
En ese interín Guabirá logró ponerse en ventaja luego de una falla de Morales. Dimas le pegó con todo, Lanz soltó y al rebote apareció el ‘Búfalo’ (31’) para hacer explotar la Caldera. Sí, porque hasta ese momento eran los hinchas celestes los más bulliciosos, pero el gol despertó a los aficionados. Merecido lo tenía Guabirá que se había adueñado de la pelota y había metido a su rival atrás. Pero los celestes reaccionaron y a los 34’ Joselito Vaca estuvo a punto de igualar, tras entrar al área de Lampe y, cuando se aprestaba a rematar, Bejarano como un rayo le robó la pelota.
Pero la insistencia de Blooming quedó en nada, pese a que Boyero, anulado por Bejarano, y Andia exigieron con cabezazos a Lampe. Con el 1-0 se fueron al descanso y vino el complemento. Godoy se quedó por lesión y André Luis acompañó a Bejarano en la zaga. Guabirá seguía siendo dueño de las acciones pese a que Blooming cambió de sistema pues los ingresos de Araúz y Patrick (Boyero no pudo seguir) pretendían darle mayor llegada. Pero Lunari tapó al brasileño ordenando el ingreso de Melgar y siguió atacando incluyendo además al ‘Loco’ Menacho por el exhausto Coimbra. Y el 2-0 no tardó en llegar. Tras gran desborde de Dimas la pelota le cayó a Menacho, pero su remate lo tapó Lanz. Al rebote apareció Sejas que fulminó al meta y Montero, que sufría, volvió a explotar. Nada que hacer, y de ahí en más fue controlar el partido. Morales y Blanco habían visto la roja que le permitió a Guabirá disfrutar más cómodamente del triunfo.

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